
El Agua de la Vida
Había una vez un rey bueno que se puso muy enfermo. Su hijo, un príncipe de gran corazón, estaba muy triste y decidió buscar el 'Agua de la Vida', la única cura que podría salvar a su padre.
El príncipe se adentró en un bosque frondoso y se encontró con un pequeño duende. 'Buenos días', dijo el príncipe con una sonrisa. 'Busco el Agua de la Vida para mi querido padre'.
Al duende le gustó mucho la amabilidad del príncipe y le dijo: 'Por ser tan bueno, te ayudaré. El agua mágica brota de un manantial escondido detrás de la cascada brillante'.
El príncipe le dio las gracias y siguió el consejo del duende. Encontró la cascada, llenó su botella con el agua que brillaba como estrellas y regresó deprisa al castillo. Le dio el agua a su padre, el rey, quien la bebió y al instante se sintió fuerte y sano de nuevo.
El rey abrazó a su hijo, muy orgulloso de su valentía y, sobre todo, de su gran corazón. Y así, el príncipe demostró que ser amable es el mayor tesoro de todos.
Y recuerda siempre: con bondad en el corazón, ¡cada día es una nueva canción!
El príncipe se adentró en un bosque frondoso y se encontró con un pequeño duende. 'Buenos días', dijo el príncipe con una sonrisa. 'Busco el Agua de la Vida para mi querido padre'.
Al duende le gustó mucho la amabilidad del príncipe y le dijo: 'Por ser tan bueno, te ayudaré. El agua mágica brota de un manantial escondido detrás de la cascada brillante'.
El príncipe le dio las gracias y siguió el consejo del duende. Encontró la cascada, llenó su botella con el agua que brillaba como estrellas y regresó deprisa al castillo. Le dio el agua a su padre, el rey, quien la bebió y al instante se sintió fuerte y sano de nuevo.
El rey abrazó a su hijo, muy orgulloso de su valentía y, sobre todo, de su gran corazón. Y así, el príncipe demostró que ser amable es el mayor tesoro de todos.
Y recuerda siempre: con bondad en el corazón, ¡cada día es una nueva canción!
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