El Muñeco De Nieve

El Muñeco De Nieve

por Hans Christian Andersen

⏱️3 min3-4 añosAmistadCiclos
¡Qué emoción! En un jardín cubierto de nieve blandita, unos niños reían a carcajadas. '¡Hagamos un amigo!', gritaron. Juntaron nieve para hacer una bola grande, una mediana y una cabecita redonda. ¡Habían creado un muñeco de nieve! Le dieron un gran abrazo. '¡Hola, amigo!', le dijeron. Le pusieron una nariz de zanahoria, ojos de botones brillantes y una boca muy sonriente. El muñeco de nieve se sintió el más feliz del mundo.

Desde su jardín, el muñeco de nieve miraba por la ventana de la casa. Allí dentro, algo brillaba con una luz naranja y muy calentita. ¡Parecía un pequeño sol de juguete! Veía a la familia sentada muy cerca, contando cuentos y riendo. '¡Qué calentito y alegre se ve todo allí!', pensaba el muñeco con curiosidad.

El perrito de la casa salió corriendo al jardín. '¡Guau! ¿Qué miras con tanta atención?', le preguntó moviendo la cola. 'Miro esa luz tan bonita', respondió el muñeco. '¡Ah, es la estufa!', explicó el perrito. 'Da un calor muy agradable'. El muñeco de nieve suspiró. '¡Me encantaría sentir ese calorcito!'. El perrito le lamió la mejilla de nieve. 'No, no. Tu magia es el frío. ¡Por eso eres tan especial! El calor es para los que viven dentro', dijo con cariño.

Pasaron los días, y el sol de la primavera empezó a calentar. El muñeco de nieve sintió un cosquilleo divertido por todo su cuerpo. ¡Se estaba transformando! '¡Guau, qué divertido es esto!', pensó mientras se convertía en un charquito de agua fresca. No estaba nada triste, ¡era una aventura nueva! Se sentía feliz de poder mojar la tierra y ayudar a las florecitas que estaban a punto de nacer.

Cuando los niños salieron, vieron el charquito brillante y las primeras flores asomando. '¡Miren!', gritó una niña. '¡Nuestro amigo se ha convertido en agua para las flores!'. No estaban tristes. Sabían que su amigo había comenzado un nuevo juego. Le lanzaron un beso al charquito y dijeron todos juntos: '¡Gracias, amigo! ¡Te esperamos el próximo invierno!'.

Porque un amigo de nieve, ¡siempre vuelve a jugar!

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