La Abeja Reina

La Abeja Reina

por Hermanos Grimm

⏱️2 min3-4 añosValentíaColaboración
En un jardín lleno de flores de colores y risas de mariposas, una pequeña abeja llamada Reina soñaba con aventuras más allá de su colmena. Cada mañana, su zumbido era una canción de curiosidad. ¿Qué secretos guardaba el mundo verde? Este es el viaje de Reina para descubrirlo.

Reina vivía con su familia en una colmena dorada. Cada abeja tenía una tarea: unas recolectaban néctar, otras cuidaban las crías. Reina ayudaba cuando podía, pero siempre miraba hacia el horizonte pensando en algo nuevo.

Un día, mientras volaba entre girasoles, escuchó un suave llamado. Era una flor azul que temblaba con el viento. Reina se acercó y la flor susurró: “Ayúdame, mi polen se ha perdido y sin él no podré crecer.” Reina sintió un cosquilleo alegre: quería ayudar.

Reina buscó por todo el jardín. Primero habló con una mariposa que enseñó un atajo entre hojas. Luego saludó a un caracol que ofreció una pista: “Vi un polen dorado junto al arroyo.” Con su pequeño cuerpo, Reina voló hasta allí.

Llegó al arroyo y vio el polen brillando bajo el sol. Cuando intentó llevárselo, una hoja enorme lo tapó. Reina empujó con todas sus fuerzas y la hoja se abrió. El polen rodó hacia ella. Con cuidado, lo agarró entre sus patitas.

De vuelta a la flor azul, Reina sintió que su zumbido debía ser valiente. Al llegar, depositó el polen en el centro suave de la flor. La flor estalló en un aroma dulce y comenzó a bailar con el viento, agradecida.

Esa noche, en la colmena, todas las abejas aplaudieron el zumbido brillante de Reina. Había sido pequeña, pero muy decidida. Su familia aprendió que cada tarea, grande o chica, podía cambiar el mundo.

Al día siguiente, Reina despertó con un nuevo deseo: explorar otros rincones. Se despidió de su familia y prometió contar sus historias al volver. Con un último zumbido alegre, voló hacia el cielo rosado del amanecer.

Y desde ese día, el zumbido de Reina brilló con una sonrisa para siempre.