La Campanilla De Invierno

La Campanilla De Invierno

por Hans Christian Andersen

⏱️4 min3-4 añosValentíaEsperanza
El invierno era muy largo y frío. Todo el jardín estaba cubierto por una gran manta de nieve blanca y suave. Debajo de la nieve, en la tierra calentita, dormía un pequeño bulbo. Soñaba con el sol y los colores bonitos.

Un día, algo cambió. Un rayito de sol, dorado y juguetón, pasó a través de la nieve y llegó hasta la tierra. Tocó al bulbo muy suavemente y le dijo: "¡Hola, pequeño! ¿Estás ahí? ¡Es hora de despertar!".

El bulbo sintió un cosquilleo muy agradable. Se estiró un poquito y bostezó. ¡Tenía muchas ganas de salir a ver qué había fuera! Pero también sentía un poquito de miedo.

"¡No salgas!", gruñó el Viento frío, que soplaba muy fuerte. "¡La nieve todavía está aquí!", le dijo un copo de nieve. Pero el rayito de sol no se rindió. "¡No tengas miedo!", le animó. "¡Afuera te espera una sorpresa muy bonita!".

Animado por el sol, el bulbo decidió ser muy valiente. Tomó aire y empezó a empujar hacia arriba con todas sus fuerzas. Pronto asomó una puntita verde. ¡Era su primera hoja! "¡Bravo!", le dijo el sol.

El Viento sopló para asustarla. ¡Fuuuuu! Pero la hojita se agarró muy fuerte a la tierra y no se soltó. El bulbo siguió creciendo y estirando su tallo cada vez más alto, buscando el calorcito del sol.

Finalmente, una cabecita blanca y redonda asomó sobre la nieve. Se abrió despacito y se convirtió en una hermosa flor blanca con forma de campanita. ¡Era una campanilla de invierno!

La flor miró a su alrededor, muy contenta. El sol brillaba con fuerza y la nieve parecía llena de diamantes pequeños. ¡Qué bonito era todo! Movió su cabecita de un lado a otro, haciendo un sonido suave, como una campana feliz.

Un pajarito curioso voló hasta una rama cercana. La miró y cantó: "¡Pío, pío! ¡Bienvenida, florecita! ¡Eres la primera en llegar!". La pequeña flor se sintió muy feliz y le dio las gracias moviendo su cabeza.

Su valentía fue un aviso para todos los demás en el jardín. Un aviso para los árboles, las otras flores y los animalitos que dormían. ¡El frío se estaba yendo! Pronto llegaría la cálida y alegre primavera.

Y así, la valiente campanilla fue la primera en anunciar: ¡La primavera ya casi está aquí!

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